Ahora las cosas se te vienen encima. Entiendes que no has llegado a aprender cómo solucionarlas. Que te han enseñado cómo se hace un análisis morfológico pero no cómo decir que no a las cosas. Te han enseñado cómo se resuelve un problema de ecuaciones pero nunca te han dicho cómo afrontar un gran cambio en tu vida.Te han dicho mil veces cuáles son las capas de la Tierra pero no te han enseñado a controlar tus emociones. Te han podido explicar cómo es el futuro perfecto en francés pero a nadie se le ha ocurrido decirte cómo elegir el tuyo propio. Te habrán repetido muchas veces que te has equivocado, pero no te han enseñado a enmendar tus errores. Te dicen que tienes que mejorar pero dejan que seas tu quien busque la manera. Y no es que saber esas cosas esté mal, es solo que: saber decir cómo te sientes, controlar lo que sientes, aprender a corregir tus fallos, saber resolver tus problemas, estar preparado para lo que viene, saber elegir... Eso a veces es más importante.
martes, 13 de noviembre de 2012
viernes, 2 de noviembre de 2012
Casualidades de la vida.
¿Nunca has cambiado de opinión por una casualidad? ¿No te has preguntado si lo estabas haciendo bien, solo por una casualidad? ¿No has dicho: "Si ha pasado esto, es por algo"? Seguro que lo has hecho. Incluso has podido plantearte si tú mismo estás aquí por casualidad. Tú y todos. Realmente las casualidades existen, y a veces han sido responsables de grandes actos, como descubrimientos, y otras veces han sido las responsables de pequeñas cosas, como arreglar un problema personal. No siempre son buenas, por supuesto. Otras veces es por casualidades que nos enfadamos, que tenemos problemas o que hacemos daño a alguien. Pero de la vida y de las experiencias se aprende. Y si no existieran casualidades que nos hicieran dar un paso hacia delante o un paso hacia atrás, ya sea correcto o equivocado, no aprenderíamos nunca.
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