viernes, 6 de septiembre de 2013
¿Por qué no hablar?
No entiendo nada. Y no entiendo por qué parece que no merezco siquiera entender algo. ¿Por qué seguimos tras algo que es imposible de conseguir? ¿Para qué pensar en alguien que quizás no se acuerde ni de nuestro nombre? A veces pienso que no es justo todos los esfuerzos que hacemos por las cosas. No. Realmente no es justo que trabajemos por algo y pongamos todas nuestras ganas y empeños en conseguir algo que nunca alcanzaremos. La verdad es que no sé como expresarlo, por eso supongo que es difícil explicarse cuando estás atado de pies y manos y una sola palabra puede hacer que por fin estalle todo. Aunque, pensándolo bien, sí que quiero que estalle. Que esta bomba de relojería explote de una vez y podamos hablar claro. ¿Por qué no quieren escuchar? Si tan segura está la gente de lo que hace, ¿por qué no dejan que hagamos preguntas? ¿Por qué no las responden sinceramente y con argumentos? Solo me lleva a pensar que no los tienen. Que no saben lo que hacen. Que su actitud tiene una fácil explicación: Hacen lo que se supone que hace todo el mundo, no lo que sienten de verdad.
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