miércoles, 14 de enero de 2015

Pequeña.

Soy un punto. Un solo punto en el enorme universo. Ni un punto, quizás. Una mota de polvo. Una nada. Un algo insignificante. Nada de lo que diga o haga cambiará el mundo, nada cambiará ni si quiera mi mundo. Hasta mi propio mundo me viene grande. Todo me viene grande, enorme. Demasiado difícil, complicado. Aprender a actuar correctamente es una difícil tarea a la que enfrentarse. Una tarea que parece que nunca lograré.
Quizás no esté hecha para este mundo. O para ninguno.