Soy un punto. Un solo punto en el enorme universo. Ni un punto, quizás. Una mota de polvo. Una nada. Un algo insignificante. Nada de lo que diga o haga cambiará el mundo, nada cambiará ni si quiera mi mundo. Hasta mi propio mundo me viene grande. Todo me viene grande, enorme. Demasiado difícil, complicado. Aprender a actuar correctamente es una difícil tarea a la que enfrentarse. Una tarea que parece que nunca lograré.
Quizás no esté hecha para este mundo. O para ninguno.
Quizás no esté hecha para este mundo. O para ninguno.