lunes, 23 de julio de 2012

Lo que mueve el mundo.

Sueños. Sí, lo que mueve el mundo. ¿Por qué actuaríamos si no tuviéramos sueños? ¿Si nadie deseara nada? Entonces no haríamos nada, no nos moveríamos del sofá. Gracias a tantos y tan diferentes sueños el mundo es lo que es. Avanzamos por y para conseguirlos. Una vez, cuando era más pequeña se me ocurrió una historia. Solo era un cuento para niños pero quería significar que el mundo está hecho de sueños y sin ellos nada tendría sentido. Nunca hay que tener miedo de soñar porque sin sueños no somos nada.


Quizás tengas que fijarte más para entenderlo.

Hay personas a las que los demás no aprecian. Y es que no los conocen en realidad. Solo saben de ellos lo poco que muestran al exterior. Esas personas existen y hay muchísimas en el mundo pero cuando las llegas a conocer de verdad te arrepientes de todo lo que habías podido pensar alguna vez. Te arrepientes de haber dicho: "Es que es demasiado tímida, demasiado extraña." Cuando te arrepientes de eso te das cuenta de que a veces te has podido equivocar.Y es que se debe apreciar la parte que escondemos a los demás, porque esa, esa es la parte especial de una persona, la que nadie conoce. La parte que nadie sabe que está ahí. Lo mejor de cada uno. 


domingo, 22 de julio de 2012

Llegó tu momento.

Hoy es el día en el que te das cuenta de que llorar no sirve de nada. Te das cuenta de que hay que sonreírle a la vida, que se han acabado los sufrimientos. Hoy entiendes que la esperanza es lo último que se pierde y que si se pierde, aún quedas tú. Que la vida no se acaba si las cosas no salen bien. Te das cuenta de que siempre habrá malos momentos pero también buenos. Hoy es para reír, hoy es para soñar, hoy es para volver a ser tú mismo, para abrirle las puertas a la locura y cerrarlas al odio. Olvídalo todo, da un paso hacia delante y respira. Hoy es para vivir como te mereces.


viernes, 20 de julio de 2012

Sí, soy yo.

Puedes pensar que soy una infantil, una soñadora, una imbécil, aún una niña, una cotilla, que soy rara, que soy friki, que soy extraña, que soy tímida, introvertida, que soy una enferma, que soy insensible o demasiado sensible, que soy aburrida, que soy demasiado seria y a veces demasiado divertida, que soy incomprensible, que soy egoísta, una chica más, solo una más, una empollona, una cotorra, que soy una cobarde, muy callada o que a veces digo demasiado... Puedes pensar lo que quieras, pero soy yo. Soy diferente, sí, y seré así, con muchos defectos, pero tengo cualidades, muchas. Aunque a veces me odie a mi misma, gracias. Porque tú y gente como tú me hacen recordar que no soy solo eso, soy muchísimo más. 



¿Decir adiós?

Una decisión, una necesidad, una obligación... De cualquier modo, es doloroso y triste. Cuando no eres tu el que decide, se afronta, es muy difícil, pero se afronta. Ese Adiós es "Hasta siempre, nos volveremos a ver" Pero cuando ese Adiós es una decisión o una necesidad es mucho más difícil. A veces hay un momento en el que te sientes fuerte y dices: "Se acabó, debo decir adiós de una vez" pero al cabo de un tiempo te das cuenta de que no puedes, o no quieres. Pensar que nunca más nada volverá a ser igual que antes.. Que las cosas cambien con el tiempo y con ayuda de un Adiós no nos hace más fuertes para dar el empujón. Y es que hasta nunca es hasta nunca, pero adiós... adiós es ¿hasta qué?



jueves, 19 de julio de 2012

No tienes ese privilegio, nadie lo tiene.


Y es que algunos creen que con tan importantes, populares o yoquesequé que pueden decir dónde debe ir la gente. Deciden cuál es su lugar, deciden qué deben de hacer, qué les debe gustar, cómo se deben de vestir e incluso como se deben comportar... Después lo llaman moda. 




martes, 17 de julio de 2012

Abre tus ojos y sonríe.

A veces solo deseamos cerrar los ojos, un momento solo, y poder irnos de aquí. Alejarnos de todo y poder soñar. Olvidar que estamos realmente en este mundo, que no hay casi nada que podamos hacer para mejorarlo , olvidar todas las tristezas que tenemos, cada punzada de dolor que hemos sentido alguna vez, las pérdidas, las despedidas, las lágrimas... Poder cerrar los ojos es todo lo que a veces nos hace falta, hasta que nos damos cuenta de que olvidar eso significa olvidar los abrazos, olvidar las risas y sonrisas, las alegrías... Empezamos a tener en cuenta que si olvidamos cada cosa que nos ha echo daño alguna vez vamos a olvidar también cada pequeño detalle que nos hizo felices. Entonces es cuando abrimos los ojos y seguimos hacia delante. Porque no hay que olvidar, hay que aprender de los errores, hay que vivir con ellos como si fueran viejos amigos, hay que saber que ya nada te podrá hacer daño.



lunes, 16 de julio de 2012

Nuestro enorme mundo.

Es increíble pensar que ahora mismo, en alguna parte del mundo, están pasando cosas tan distintas, tan lejanas... Ahora una persona se está muriendo, otra suicidándose, otra acaba de ser salvada de la muerte por alguien, alguien está comiendo mientras alguien no tiene que comer, alguna persona se está casando y otras dos se están divorciando, alguien está rezando, y alguien maldiciendo por sus penas, alguien esta diciendo te quiero al oído de otra persona... Todo a la misma vez, en un mismo mundo, pero en personas tan diferentes como tu y yo.


Piensa un poco más lejos de tí.


¿Y qué si ella ha vuelto con él mil veces después de lo que le hizo? ¿Sabes qué? No es culpa suya. Es culpa de su corazón. Puedes pensar lo que quieras, pero una persona a la que se le ha echo tanto daño no volvería a querer sentir lo mismo por alguien si no esta... ¿enamorada? Es algo que no entiendes,  ¿verdad? Deberías entenderlo, deberías dejar de hacer el daño que haces con tus palabras, aunque a veces ni lo sepas, pero lo haces, y deberías pensar por un momento en lo que estaré pensando yo cuando me dices eso.

Lo que no siempre se ve es la realidad


Soy la chica que siempre pierde, aquella que finge su sonrisa, la chica que aparenta ser fuerte pero que todos los días continúa rompiéndose por dentro, la chica que está ahí sonriente y parece no tener problemas. La chica que siempre escucha los problemas de los otros y les busca el lado positivo para que ellos no se sientan mal, aquella que contiene las lágrimas hasta que ha colgado el teléfono o ha cerrado la conversación. La que dice "tranquilo, estoy bien" y realmente está esperando a que alguien a quien de verdad le importe se acerque y le diga "No, no lo estas".