martes, 2 de septiembre de 2014

¿En blanco y negro?


Nada es fácil, nunca se pueden sacar conclusiones rápidas y ciertas. Nada es simple o complicado. Nada es blanco o negro. Nadie es malo o bueno. 
Solo Gris.
El mundo es gris, solo que unos parecen más claros y otros más oscuros, pero en el fondo todos somos grises. Una mezcla, un punto medio que a veces se mueve y nos engaña. Un juego de luces que puede confundirnos. El gris es un color poderoso, significa tantas cosas... Es simple, apagado, insulso para algunos e incluso parece fácil. Pero no, es complicado. Es vulnerabilidad, el punto medio que somos, entre el blanco limpio y el negro, el color intermedio que recuerda que somos mezclas. Que somos iguales. Que no somos limpios, perfectamente blanqueados de bien. Ni negros, tan oscuros como la misma oscuridad. 
En fin, todo son contrastes, ¿no? Luz y oscuridad. Bien y mal. Blanco y negro. 
No. El gris nos define mejor. Distintos grises pero al fin y al cabo gris, simplemente. En medio. Con bien y mal, dependiendo del momento, dependiendo de las acciones y elecciones. Solo somos eso. Nada más. Simples y complicados, iguales y contrarios. Grises.

miércoles, 21 de mayo de 2014

"What's wrong with me?"

No sé cuánto más tiempo aguantaré. Y tengo miedo. No puedo controlarme tan bien como antes. No entiendo qué está pasando.  Y es que desesperada por buscar una solución he acabado empeorándolo todo. Muy típico en mí. Las costumbres que hacen daño no son buenas, no pueden serlo. Y estoy perdiendo esta carrera. 

urawkwardxx:

And i wish i did.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Welcome to my life.



Quiero creer que puedo con esto, que puedo con todo. Acabaré sonriendo como antes. Aunque me cueste y haya momentos en los que parece que estoy tan abajo que nunca conseguiré subir, que nunca conseguiré escapar del pozo en el que estoy. Aunque parezca imposible en estos momentos, sé que saldré y seguiré adelante.
Intento confiar en mi Yo del pasado, sí. Sus decisiones fueron las mías en un tiempo y sus palabras también pero cada vez se hace más difícil buscarles un sentido. Es algo que he temido desde que las dije y ahora se está haciendo realidad. Tengo miedo de hacer lo incorrecto, de caerme más aún y de no saber levantarme. Tengo miedo de haceros caer a vosotros, de que veáis como caigo.
Te quiero mucho y no sabes lo orgullosa y agradecida que me siento de verte feliz a pesar de todo, pero no soy capaz aún de estar a la altura, lo siento. 
Es cierto, a veces las cosas simplemente son así y no hay manera de cambiarlas.





domingo, 11 de mayo de 2014

Demasiado.

 
A veces mis pensamientos van tan rápido que hasta yo misma me pierdo. Me pierdo y no me encuentro. Todo es difícil. Todo tiene consecuencias. Todo tiene motivos. Todo tiene secretos. Todo tiene conclusiones. Todo está más escondido de lo que parece. Todo es demasiado retorcido, complicado, contrario. A veces es demasiado difícil comprender, demasiado difícil entender y actuar en consecuencia. Si no odiáramos tanto decir la verdad y formar parte de algo que requiere esfuerzo, si no odiáramos tanto que la gente diga la verdad las cosas no serían así. Todo parece un juego cuando no te afecta, pero quizás puede afectar demasiado. Y entonces duele. Siempre es igual pero siempre es diferente. Siempre duele, pero a veces soy consciente y a veces intento no serlo. A veces lo consigo y a veces se queda en intento. Supongo que son demasiadas cosas. Tantas que he perdido el interés por todas. Tantas que no tengo fuerzas para pensar en ellas. Tantas que he acabado aborreciéndolas, ignorándolas. O por lo menos intentándolo.

miércoles, 9 de abril de 2014

Ya he perdido la cuenta.

Se me está yendo de las manos. Me prometí que nunca más volvería a caer en la misma piedra.
El problema es que ya no sé qué piedra es. He esquivado una y me he chocado con la siguiente por no mirar por donde pisaba y por olvidar el camino. 
Y ahora no puedo levantarme. 
Pero no quiero mentirme otra vez. No quiero volver a autoconvencerme. No otra vez. Es como luchar conmigo misma. Todo el tiempo. Como si fuéramos muchas Yos y todas intentaran gritar más alto para ser escuchadas y ganar la discusión.
La Yo que quiere autoconvencerme. Que quiere que piense lo correcto, que deje de sentir, que olvide.
La Yo que me recuerda cada minuto lo que hago mal. Todo lo que soy y no querría ser y lo que no soy y nunca seré.
La Yo que grita que todo le importa una mierda. Que solo quiere que se callen todas ya para poder dormir.
La Yo que dice que todo va a salir bien pase lo que pase, que no es para tanto, que siempre puedo estar peor. Que no es justo molestar a los demás por mi, que puedo sola.
La Yo cabreada. Que odia a todos. Que odia a las otras Yo's. Que se odia a sí misma.
La Yo del grupo, la que solo mira por el bien de todos olvidando el suyo. La que intenta desesperadamente encontrar cualquier solución que no afecte a los demás.
La Yo que intenta calmarse y hacer bien las cosas. Que quiere seguir luchando, seguir intentándolo, seguir esperando.
La Yo que solo quiere llorar y gritar pero a la que las demás no dejan espacio para salir.
Y luego estoy Yo. La que intenta juntarnos a todas en una sola y asimilar lo que decimos sin parar.
Sí. La que parece que se está volviendo loca. La que se siente sola. Perdida. Con demasiado silencio y a la vez demasiado ruido.


martes, 25 de febrero de 2014

¿Puedes dejar de hablar un momento? No pido tanto.



A la gente le gusta hablar, sí. Hablan por hablar. Por el simple placer de oír su propia voz. Interrumpen a los demás porque, por supuesto, lo que están contando ellos es unas cien veces más interesante que lo que intenta explicar el de al lado. Además, si no van a cambiar de opinión diga lo que diga cualquier otra persona, ¿para qué escuchar nada si lo que por un oído entra, por el otro sale? Tampoco es que les sobre el tiempo, ¿no? ¿Pararse a oír otras opiniones? ¡Qué locura, por favor! Si apenas hay tiempo para decir todo lo que les gustaría decir, ¿quién lo sacrificaría por las palabras de otro? Y si encima lo que les intentan contar son problemas con los que necesitan ayuda... Va a ser que no. Mejor, siguen hablando.
Este mundo a veces parece silencioso, pero en el fondo, si es que hay una cosa, es ruido. Ruido, ruido y más ruido. ¿Palabras sensatas? Pocas. ¿Gente que las escuche? Menos aún.



miércoles, 5 de febrero de 2014

32850 Días.

Saluda. Siéntate. Escribe. Sube. Atiende. Corre. Salta. Baja. Apunta. Vete. Vuelve. Escucha. Suelta. Levanta. Corrige. Calla. Espera. Pasa. Escoge. Muévete. Habla. Despierta. Recoge. Piensa. No, mejor no pienses. Obedece. Repite. Olvida. Entra. Recuerda. Aguanta. Pide. Ajusta. Calcula. ¡Qué pienses! Camina. Coloca. Estudia. No te equivoques. Ordena. Compite. No salgas. No adelantes. No hables. Respira. Sí, pero no demasiado. Comparte. Guarda. Gasta. Explica. ¿Puedes hacerlo más rápido? Claro. Corre. Acaba. Que tenemos que volver a empezar.

martes, 28 de enero de 2014

¿Una razón por la que seguir?

Casi imposible encontrarla. No voy a mentir, no es fácil tener un motivo por el que continuar. Pero,  ¿y por qué no continuar por el simple hecho de encontrarlo?

A veces no sé que decir, no sé cómo responder a lo que pasa a mi alrededor. La verdad, es duro no tener una palabra de aliento para los que quieres más que a nada, no poder hacer absolutamente nada y que todo lo que intentes, digas o hagas solo sirva para empeorar las cosas, para hacer más daño. Frustración. Sí, supongo que es la palabra.
Esconder no sirve de nada, mentir no sirve de nada, engañarte a ti mismo no sirve de nada. ¿Y sirve hablar? ¿Sirve de algo decir la verdad o sacar afuera tus preocupaciones y miedos? Sinceramente no lo sé. Pero, en el caso de que ninguna de las dos cosas sirviera, ¿por qué no intentarlo? 
Entiendo más de lo que debería, entiendo esta situación más de lo que quisiera y aún así estoy completamente bloqueada... Supongo que ese es el motivo, que no puedo responder en contra de algo que también he podido llegar a vivir. 
Solo sé que sentir que no debería estar aquí, sentir que no hay nada que pueda querer de mi misma, que no hay nada que realmente merezca por mis méritos, es horrible. 
Lo odio. 
Casi más que a mí. 
Por eso no me rindo. Por eso no dejo que mi mente me diga todo lo que no soy, todo lo que hago mal, todo lo que reconozco en mi misma. Por eso no me parece justo permitir que todo lo que he vivido y lo que me queda por vivir se empañe por recuerdos insoportables y voces mentirosas que resuenan en mi cabeza. No es justo. Así que, solo piensa: ¿qué odias más: a ti o a sentirte así? 
No, en dos semanas las cosas quizás no cambiarán pero quizás en un poco más de tiempo sí. Quizás un día alguien te de una charla que te abra los ojos. Quizás algún día te canses de verte así y te rebeles contra ti misma, quizás algún día algo te haga cambiar de opinión. Sé que parece improbable, sé que parece una estupidez, sé que quizás para ti no haya dicho nada en estas más de treinta líneas y también sé que no me crees. Yo tampoco me lo creo. Pero Quiero creérmelo. 

A veces la diferencia está en lo que quieres creer, y no en lo que de verdad crees. 



Por favor, solo sigue intentándolo y deja que los demás lo intenten por ti, aunque sea absurdo, inútil o imposible. Solo deja que te acompañen.